14 de Marzo de 2010: "Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular"

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en nuestro país, siendo la enfermedad isquémica del corazón y la enfermedad cerebrovascular las más frecuentes de todas.

El riesgo cardiovascular viene determinado por la presencia o no de factores de riesgo que aumenten la posibilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Los principales factores de riesgo son por un lado los factores no modificables (es decir, los factores sobre los que no podemos intervenir), como la edad, el sexo y los antecedentes familiares; y por otro lado los factores modificables, como la hipertensión arterial, la dislipemia (aumento de las cifras de colesterol), la obesidad, el hábito tabáquico, la diabetes y el sedentarismo. Y es en estos últimos donde podemos actuar.

Es importante establecer en cada paciente el riesgo cardiovascular que presenta para determinar el abordaje a seguir. Para ello los médicos disponen de una serie de tablas que permite calcular la probabilidad de morir por una enfermedad cardiovascular en los próximos diez años. A mayor número de factores de riesgo más posibilidad de desarrollar un problema vascular, sin embargo un adecuado control de estos factores lo reduce de forma importante.

Principales objetivos de la prevención cardiovascular:
1. Abandonar el consumo de tabaco.

2. Mantener el peso adecuado (evitar la obesidad central y el sobrepeso).

3. Practicar ejercicio de manera habitual (unos 30 minutos de actividad moderada al día).

4. Hacer una dieta completa y equilibrada.

5. Normalizar las cifras de colesterol (un valor de colesterol total menor de 200 mg/dl es un nivel "deseable" y pone a la persona en el grupo de menos riesgo de enfermedad cardiaca).

6. Mantener las cifras de colesterol LDL (‘colesterol malo’) por debajo de 115 mg/dl.

7. Vigilar y cuidar la tensión arterial (el objetivo es mantener la presión arterial en una cifra<140/90 mmHg).

8. Si es diabético es fundamental mantener un buen control de la glucemia para prevenir complicaciones cardiovasculares.